Cuando este fenómeno no se consigue por
los cauces naturales y es necesario recurrir a las técnicas de
reproducción asistida, la acupuntura ha demostrado que ayuda a reducir
el estrés que, en ocasiones, genera la infertilidad y que, como
demuestran muchos estudios, puede repercutir negativamente en la
consecución del embarazo.
Desde 2009 la madrileña clínica de
fertilidad Ginefiv dispone de una unidad propia de acupuntura. Se
observa en numerosos casos que mujeres sometidas a tratamientos largos
de fertilidad que las emociones negativas prolongadas en el tiempo puede
provocar, entre otros trastornos, amenorrea (falta de regla) o
alteraciones en la producción de hormonas. Sin embargo, la paciente que
se trata con acupuntura deja de centrarse u obsesionarse con el problema
para captar otras sensaciones corporales, lo que a largo plazo reduce
el grado de ansiedad y le da paz para disfrutar de otras cosas hermosas
del momento y, facilitar e logro del embarazo.
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