Una de mis favoritas dentro de mis limitados conocimientos de fitoterapia es, sin duda, esta planta.
He comprobado en varios casos que es un potente antiinflamatorio. Aunque suelo usar árnica montana (tanto en cápsulas o perlas, como en crema) como antiinflamatorio tanto local como sistémico, empecé a utilizar el harpagofito cuando se trataba de enfermedades inflamatorias reumatoides, principalmente la artritis. Los resultados fueron notables y sigo recomendándola cuando alguién me pide consejo para mejorar su artritis.
Sus efectos secundarios son muy poco frecuentes. Sólo en un caso, de diez en total, el paciente refirió como efecto no deseado una ligera gastritis y reflujo, pero el paciente ya tenía antecedentes de úlcera péptica con reflujo y olvidó comentarme estos datos en la anamnesis.
Se trata sin lugar a dudas de un excelente antirreumático especialmente en los casos de artritis gracias a su efecto analgésico y antiinflamatorio.
El empleo de la raíz de harpagofito está indicado en enfermedades reumáticas y traumatismos. El tratamiento debería durar al menos 3 meses. Su uso permite reducir la dosis de corticoides y antiinflamatorios no esteroídicos. También se puede utilizar en trastornos digestivos.
Sin embargo el efecto global del harpagofito no puede ser atribuido a ningún principio activo aislado si no más bien al conjunto de la acción global de la mayoría de ellos, ya que suelen ser más efectivos los extractos totales de la planta que sus principios activos aislados. En el tratamiento de crisis agudas de dolores reumáticos o articulares no podemos esperar grandes resultados, pero sí en los casos crónicos.
Los iridoides ejercen una actividad inhibidora de la síntesis de prostaglandinas reduciendo la permeabilidad de las membranas celulares, disminuyendo de esta manera el proceso inflamatorio de forma inespecífica. La acción de los glucoiridoides se ve potenciada por el beta-sitosterol el cual inhibe un enzima denominado prostaglandin-sintetasa, destacando entre sus indicaciones los procesos reumáticos crónicos y subagudos.
El harpagofito actúa como tónico amargo sobre el sistema digestivo, estimulando la secreción biliar, ejerciendo un discreto efecto laxante y aliviando la dispepsia.
Efectos no deseados y contraindicaciones: Aunque los preparados con harpagofito son bien tolerados, hay que tener precaución o no deben ser utilizados en caso de pacientes con gastritis, úlceras gastroduodenales, colon irritable u obstrucción de las vías biliares. Tampoco en embarazo por su acción oxitócica, por lo que es un abortivo. Por último señalar que produce un efecto ligeramente laxante.
Resumen de sus propiedades:
• Su acción es antiinflamatoria y analgésica.
• Carece de efectos secundarios a largo plazo.
• Disminuye el dolor
• Aumenta la movilidad
• Evita la progresión de la enfermedad articular.
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