En estas fechas que celebramos el nacimiento del Sol invicto -antigua fiesta pagana- reconvertida ulteriormente por la Iglesia Católica como Navidad o nacimiento del Cristo, es normal hacer mayor ingesta de una bebida que lleva con nosotros miles de años, tan antigua como el propio hombre: El Vino. Esta bebida se produjo por primera vez durante el neolítico según los testimonios arqueológicos hallados en los Montes Zagros gracias a la presencia de Vitis Vinifera Sylvestris y la aparición de la cerámica durante este periodo.
La vid -cuyo fruto compone esta bebida- es una planta que no solo tiene
excelentes propiedades nutricionales sino que también puede ayudar en la
cura y recuperación en distintas afecciones. El nombre binomial que le
corresponde a esta especie es el de Vitis vinífera. En la composición química de planta como la
vida encontraremos buenas cantidades de ácidos, flavonoides, glucosa, y
ácidos grasos insaturados (sobre todo en las semillas de la planta). A
pesar de que una de las aplicaciones principales del fruto de la vid
—las uvas— es la fabricación de vinos, lo cierto es que también se
pueden aprovechar las virtudes de esta especie de otras maneras.
Para que podamos disfrutar de las propiedades saludables del vino y de la Vid es recomendable la toma sólo -atentos/as al énfasis- de 10 gr o una copa media de vino al día. A pesar de los muchísimos estudios existente (atentos a los patrocinadores) no existe una evidencia que mayor consumo sea beneficioso que otro alcohol y si perjudicial para el corazón.
La uva es excelente para combatir las várices, aliviar hemorroides y mejorar diferentes afecciones del sistema digestivo (es un muy buen antidiarreico). Para sacar ventaja de todas las propiedades que nos ofrece debemos podemos preparar esta planta en forma de infusión, como extracto o en forma de aceite de uva. Se prepara directamente con las hojas que da esta especie. Se necesita una cucharada pequeña de hojas de vid por cada taza de agua hirviendo que se vaya a preparar. La dosis recomendada de esta infusión no debería superar las 3 tazas diarias. Si tenemos la posibilidad de preparar un extracto fluido de vid,
la cantidad máxima a beber, en cambio, es de dos cucharadas (por día).
El aceite de uva es muy beneficioso para el organismo y se puede
adquirir en tiendas naturistas a bajo precio (podemos tomar una o dos
cucharadas al día, acompañando ensaladas u otros platillos).
Parte de la información terapéutica sobre la Vid ha sido extraida de la web Hierba Medicinal

Parte de la información terapéutica sobre la Vid ha sido extraida de la web Hierba Medicinal
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