La milenaria medicina tradicional china ha dado infinidad de ilustres farmacólogos. Entre ellos sobresale Li Shizhen, autor del Compendio de Materia Médica, obra maestra de esta antigua ciencia que se convirtió en un clásico.
Li Shizhen (l5l8-1593), nacido en el distrito de Jinzhou (actual provincia de Hubei), vivió en tiempos de la dinastía Ming. Su familia vivió consagrada al ejercicio de la medicina a lo largo de tres generaciones. Tanto su abuelo como su padre poseían una dilatada experiencia y amplios conocimientos sobre la medicina tradicional china. Siendo todavía niño, Li Shizhen se aficionó a la farmacología y tomó la decisión de servir a la salud de la gente. Guiado por su padre, al que ayudaba en el consultorio escribiendo recetas, estudió y asimiló cuantos conocimientos farmacológicos pudo.
Su ferviente vocación lo llevó a constituirse en heredero de las experiencias de sus antepasados. Al mismo tiempo, estudió y aplicó las recetas populares, y realizó notables aportes a la medicina tradicional china. Su vida fue un proceso incesante de adquisición de nuevos conocimientos, gracias a lo cual alcanzó un altísimo nivel en el ejercicio de la medicina.
En 1551, la fama de Li Shizhen se extendía ya por todo el país. En cierta ocasión en que el hijo del rey de Chu había caído enfermo, el prestigioso médico consiguió curarlo en unos pocos días. Muy contento, el rey lo recomendó al hospital imperial, con lo que Li Shizhen, quien a la sazón tenía 4l años, entró a formar parte de la élite de los facultativos chinos. No obstante, este gran amante de la naturaleza acostumbrado a mantener estrechas relaciones con el pueblo llano no pudo soportar mucho tiempo esa sujeción al hospital imperial ni la trivial atmósfera creada por los médicos imperiales, quienes, llevados por el ocio y su inclinación a la vida fácil, solo estaban interesados en banalidades, como el modo de preparar el elixir de la inmortalidad para complacer al emperador. De ahí que, transcurrido un año, abandonara su cargo so pretexto de estar enfermo y regresa a su tierra natal.
Siendo todavía un joven, Li Shizhen decidió redactar un tratado farmacológico que recogiera todo el saber de la antigüedad, y cuando empezó a tomar cuerpo le puso el título de Materia Médica. Esta obra fue el fruto de la provechosa y paciente lectura de numerosos libros antiguos, de incansables recorridos por infinidad de lugares, de la minuciosa recopilación de recetas populares y de la sistemática recopilación de plantas medicinales en intrincadas selvas. En sus 27 años de intenso trabajo, Li Shizhen acopió una ingente cantidad de datos y referencias. No obstante, en su obra solo incluyó una parte de ellos, por lo que finalmente la tituló Compendio de Materia Médica. Aparte de 11l0 ilustraciones, esta contiene casi dos millones de caracteres chinos repartidos en 52 tomos donde se registran 1892 medicamentos y 11 096 recetas. La monumental obra de Li Shizhen constituye un legado invaluable, puesto que además de sintetizar los ricos conocimientos acumulados por la farmacología china hasta el siglo XVI, contribuyó a su ulterior desarrollo.
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