Revisando la actualidad legal en el campo de las Terapias Naturales -en espera de una supuesta oficialización académica que no llega- y revisando algunos aspectos sobre la Osteopatía me encuentro frecuentemente con una situación de la cual quiero reflexionar.
La Osteopatía según mi amiga la Wikipedia es una disciplina -esto lo edito yo- desarrollada por Andrew Taylor Still y basada en la teoría de que muchas enfermedades son debidas a una pérdida de la integridad estructural.
Para prevenir o corregir trastornos funcionales, el osteópata realiza
actos de manipulación y movilización no instrumental, directos e
indirectos, no forzada, de acuerdo con las recomendaciones de buenas
prácticas. Como disciplina está oficialmente reconocida académicamente en paises como USA, Francia y Reino Unido. No siendo así en España. Según algunas escuelas de Osteopatía, como la francesa, definen esta
disciplina como un área de trabajo distinta a la de la Fisioterapia.
Aquí es donde entra el objetivo central de mi entrada, donde quiero añadir ante todo mi talante moderado y conciliador. Voy a partir de una premisa y es que la salud no se puede dividir en parcelitas, las cuales se pueden adquirir, cual terrateniente latifundista. Hago esta observación en relación a la malograda Ley de Terapias Naturales que intentó sacar adelante la Generalitat de Catalunya,donde los distintos Colegios Profesionales hicieron su oposición en relación a los campos que por competencias se creen -qué solo es creencia- afines.
Así pues el Colegio de médicos, como siempre, dijo que todas las competencias eran de los médicos y se opone que nadie excepto ellos puedan ejercer las terapias Naturales. En cuanto a las Terapias derivadas del uso de las manos se adjudicó a los Fisioterapeutas -osteopatía, shiatsu, Kinesiología,.... Posteriormente los Colegios de Enfermería se atribuyeron la potestad sobre la acupuntura -será por lo de las agujas...
Despues de este desaguisado conceptual, sigo reflexionando, sobre lo que pienso teniendo en cuenta mi parte corporativa,la de Terapeuta naturista y la ética:
¡Caballeros, no mezclemos el tocino con la velocidad! ,que diría mi antigua profesora del IES, Enriqueta. Porque como enfermero no considero que los fisioterapeutas que ejecutan técnicas de punción seca sean unos intrusos por usar agujas. Que los osteópatas que dan pautas sobre nutricion -algunas kafkianas- hagan intrusismo, etc. Tampoco me considero intruso, ni fisioterapeuta, si hago un vendaje funcional en una situación de urgencia.
Mi máximo respeto hacia los profesionales de todos los colectivos, de los cuales hay muchos que admiro, por su gran y valiosa labor en el desarrollo de la medicina. Vivimos en el S. XXI, si no entendemos que dentro de nuestras profesiones existen ejes transversales en los cuales podemos participar en nuestro ámbito de trabajo , mal vamos.
Y a esos maravillosos Colegios Profesionales que nos ¿representan? por favor no sean cerriles y aprendan a respetar al resto de profesiones sanitarias.
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