Investigadores de la Loma Linda University de Estados Unidos han descubierto que las carcajadas pueden provocar el mismo efecto en el organismo que el ejercicio repetitivo.
En un estudio de tres semanas de duración, dirigido por el investigador especialista en psiconeuroinmunología de dicha universidad, Lee S. Berk, fueron analizados los efectos de la risa en un total de 14 voluntarios sanos.
Según publica la revista Eurekalert (en abril de 2010) , en concreto, se examinaron los efectos de la risa alegre y de la angustia en la modulación de hormonas del organismo humano que resultan esenciales para el control del apetito.
Durante el experimento, cada uno de los participantes tuvo que ver videos de 20 minutos de duración, en los que aparecían aleatoriamente imágenes de situaciones desasosegantes (angustia) o humorísticas. Cada vez que veían algún video, los voluntarios tenían que esperar una hora para ver el siguiente, de signo contrario, con el fin de que se les pasaran los efectos de la primera visualización.
Los investigadores eligieron los primeros 20 minutos de la película “Salvar al soldado Ryan”, ambientada en la segunda guerra mundial, como video muy angustioso, y dieron a elegir a los participantes diversas opciones de videos de humor –de humoristas o de comedias- para asegurar que éstos se reían lo más posible.
Durante todo el estudio los científicos fueron midiendo la presión sanguínea de los participantes y también tomando muestras de sangre a éstos, después de cada película. A partir de dichas muestras, se establecieron los niveles en sangre de dos hormonas relacionadas con el apetito: la leptina y la grelina.
Cuando los científicos compararon los niveles de estas hormonas antes y después de la visualización de los videos, descubrieron que los voluntarios que vieron la película de Salvar al soldado Ryan no mostraban un cambio estadísticamente significativo en dichos niveles, y durante los 20 minutos posteriores.
Pero, por el contrario, los niveles de leptina y grelina en sangre de las personas que habían visto el video de humor, sí se habían visto modificados: el nivel de leptina se había reducido y el de grelina había aumentado, que es el mismo efecto que provoca el ejercicio físico moderado, a menudo se ha asociado con el incremento del apetito.
Estos resultados sugieren que la risa puede causar ciertos cambios en nuestro organismo, lo que podría aprovecharse para el desarrollo de futuros tratamientos para personas que no pueden hacer ejercicio físico pero que tienen que aumentar su apetito.
Queda también demostrado que la risa ayuda a optimizar las hormonas del sistema endocrino, incluso reduciendo los niveles de cortisona y epinefrina (hormonas relacionadas con el estrés).
Por otro lado, los científicos también han demostrado que la risa tiene efectos positivos en la regulación del sistema inmune, porque incrementa la producción de anticuerpos y la activación de ciertas células protectoras del organismo, como los linfocitos o los linfocitos T citotóxicos responsables de la inmunidad celular e importantes para evitar la formación de tumores.
En la actualidad, existe ya todo un método de curación basado en la risa, la Risoterapia, que se está utilizando como fuente de relajación y de rejuvenecimiento, así como de tratamiento del estrés y de las depresiones; como método de adelgazamiento y de curación del insomnio o de problemas cardiovasculares y respiratorios, entre otros fines.
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