Se llama disfunción sexual la incapacidad de tener una actividad sexual
satisfactoria, causado por aspectos físicos y/o psicológicos. Las
multinacionales farmacéuticas dedican un gran esfuerzo económico para
crear fármacos que incrementen la libido de las mujeres con el fin de aumentar el impacto de ventas precisan que el problema sexual sea clasificado como enfermedad con el fin que pueda ser prescrito y tener mayor alcance en el público femenino. Para ello se busca un equipo de expertos que puedan definir la posible sintomatología de esta ¿enfermedad? se incluya en el DSM IV e voilà, ya tenemos una enfermedad. Realizamos un congreso donde se realiza un test donde tras el análisis -manipulado- recoge que el 44% de las mujeres americanas padecen de disfunción sexual (nada menos que la mitad de la población).
Finalmente, tras diversos estudios, la FDA (entidad americana que se encarga de autorizar la aparición y dispensación de fármacos), prohibe la salida de Intrinsa (ver tambien) -tambien conocida como Viagra femenina- al mercado por la relación que existe de aparición de cardiopatías y procesos cancerígenos entre otros efectos secundarios. Sin embargo, esto no supone un handicap para que este producto haya sido comercializado en Europa.
Como ver el documental
Mujeres: Farmacos para el sexo por raulespert
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