Diversos estudios han establecido una relación entre el consumo de cola, la bebida refrescante más popular, y una pobreza de densidad mineral en los huesos. Dos estudios epidemiológicos en Estados Unidos, uno publicado en la Revista de la Salud del Adolescente y otro publicado por los Archivos de Pediatría y Medicina Adolescente, encontraron una relación directa entre el consumo de cola y fracturas de huesos en muchachas adolescentes físicamente activas.
Un estudio de la Revista Americana de Nutrición Clínica, estableció la relación entre el consumo de cola y la densidad mineral ósea en la columna vertebral y las caderas. Este estudio Epidemiológico no encontró efectos en hombres pero si en mujeres que tomaban mas de 3 refrescos de cola a la semana. El estudio no encontró evidencia de que el consumo de cola dañara los huesos, si encontró evidencia de que en mujeres reducía la densidad mineral.
Según un estudio publicado en The Lancet, la probabilidad de que un niño se vuelva obeso, incrementa un 1.6% con cada lata adicional por día de un refresco endulzado con azúcar.
Una lata de Coca-Cola contiene aproximadamente, diez cucharillas de azúcar, que resultan perjudiciales para la salud de los más pequeños. Un bote de Cola contiene aproximadamente entre 120 y 140 kcal -aproximadamente la mitad de calorías que un plato de macarrones con carne.
Entre otros muchos ingredientes los refrescos de cola contienen cafeína, que es potencialmente adictiva. Los azúcares que contiene el refresco, causan adicción al azúcar y favorecen la aparición de la placa bacteriana.
Respecto a los refrescos light hay estudios que señalan el consumo de sustitutos de azúcar como el aspartamo provoca en grandes cantidades, lesiones cerebrales, pérdida de memoria y confusión mental. Estos estudios señalaron además que los componentes químicos del "aspartamo" tienen otras consecuencias graves como daños a la retina yal sistema nervioso.
Una de las situaciones más frecuentes que conlleva el consumo generalizado de refrescos cola es la disminución de la ingesta de agua, donde se ha observado relación directa con problemas de memoria, dolores articulares y cansancio diurno.
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