La ortodoncia es una especialidad de la Odontología
cuyo objetivo es resolver los problemas de malposición y oclusión (o mordida)
dentales y mejorar la relación entre los maxilares.
La ortodoncia persigue resolver estas anomalías y
coordinar las arcadas maxilares entre sí para obtener buena función
masticatoria. Se consigue con el uso de aparatos removibles o fijos,
reeducación postural, muscular y masticatoria y se ayuda con la colaboración
del fisioterapeuta, osteópata, médico traumatólogo y en algunos casos más
comprometidos de cirugía y ortopedia.
¿Por qué hacer ortodoncia?
La boca es un
órgano muy importante del organismo. Tiene una gran relación con el interior y
con el exterior.
Por una parte,
es la entrada del sistema digestivo, ocupado de alimentarnos. ¿Alguna misión
más importante que la de aportar energía para el resto de las funciones? Unos dientes en la posición correcta
proporcionan una oclusión funcional y una masticación idónea, permitiéndonos
triturar adecuadamente los alimentos para prepararlos para una correcta
asimilación de sus nutrientes.
Por otro lado,
es una de las partes más expresivas de la cara. Es un medio de relación muy
importante con nuestro entorno: sonreir, reir, besar, hablar, gesticular… y como tal debemos aceptarla y sentirnos
cómodos con nuestra boca: labios, dientes y la relación entre ellos y con el
resto del organismo.
Desde la
óptica de la posturología, la oclusión es muy importante. Es uno de los
principales ejes horizontales del cuerpo y puede estar detrás de problemas
posturales que provoquen síntomas variados como dolor de cuello y espalda,
ciertas molestias auditivas, alteraciones en las cadenas musculares
descendentes.
La posición de
los dientes obliga a una situación espacial de los huesos craneales. Una severa
maloclusión puede engatillar la mandíbula y sería necesario resolverla para
armonizar la relación esquelética craneal, cofre de nuestro cerebro.
Es fundamental
recuperar la capacidad fisiológica de masticación, no desarrollada en muchos
casos por una alimentación inadecuada, damos a los niños elementos que no les
obliga a masticar, la dieta es demasiado blanda y no realizan ejercicio
adecuados para la estimulación del crecimiento de los huesos craneales a través
de una musculatura mandibular adecuada.
Una
alimentación rica en gluten y lácteos que a veces provocan congestiones
crónicas y obligan a respirar por la boca, dejando la musculatura facial y
craneal totalmente laxa.
Y en caso de
los adultos a veces se da el mismo problema o bien la falta de reposición de
las piezas dentarias.
Gracias a
nuevas técnicas y materiales, este tipo de tratamiento se puede hacer en
adultos casi con la misma facilidad que en los niños.
En la
actualidad, con la mejora de la técnica, la ortodoncia se ha convertido en un
procedimiento poco invasivo y bien orientado, muy seguro, incluso para las encías afectadas por
periodontitis (piorrea) y cada vez más cómodo.
La problemática de los metales
Los metales
pueden producir efectos tóxicos e inmunológicos que son variables para cada
organismo. Por tanto estos problemas no se dan en toda la población sino en
aquellas personas inmunológicamente predispuestas.
Los efectos
inmunológicos se producen con la exposición continuada a bajas concentraciones.
para ello debe sufrir un proceso de ionización facilitado por el contacto del
metal con fluidos biológicos como saliva, plasma sanguíneo, ácidos del
estómago.
Esta
sensibilización a los metales se ve agravada en los últimos años por la
invasión en la sociedad de componentes metálicos en objetos cotidianos. Las
vacunas contienen Thimerosal (sales de mercurio), piercings, tatuajes,
dentífricos, comprimidos y chicles (contienen dióxido de titanio como colorante
blanco), desodorantes (sales de aluminio), tintes de cabello, champú anticaspa
(cinc), champú antiseborreico (selenio) y las restauraciones y prótesis
dentales compuestas por infinidad de metales.
La reacción
clásica de la alergia tipo IV a metales es la dermatitis de contacto. El Níquel
es el metal que más frecuentemente la produce, aunque se puede dar con otros
como Titanio, Cadmio, Oro, Paladio, Plomo y Mercurio en un menor porcentaje.
Síntomas que se han relacionado con alergia a metales son dolor de cabeza, depresión,
migraña, insomnio, fatiga.
Enfermedades
relacionadas con intolerancia a metales son fibromialgia, psoriasis, esclerosis
múltiple, liquen plano oral, enfermedad de Crohn, síndrome de fatiga crónica,
artritis reumatoide. Existen estudios que demuestran con frecuencia una
relación causa-efecto.
Los metales
más relacionados con patologías son el Níquel y el Mercurio, seguramente debido
a su frecuencia de uso.
Ante la
sospecha de una alergia a un metal se propone analizar con rigor si los
síntomas se deben o no a ella y descubrir cuál es el metal causante. Con este
fin se aconseja el Test Melisa® (Memory Lymphocyte Inmuno Stimulation Assay),
prueba para evaluar la hipersensibilización a determinados metales.
Prestar
especial atención al bimetalismo y galvanismo en boca que se debe a la
presencia conjunta de varios metales. Debido a los diferentes potenciales
eléctricos de reducción se facilita su corrosión y esto puede ocasionar
diversos problemas.
Posibilidades actuales de ortodoncia
Tratamiento Convecional con brackets
La ortodoncia
clásica realiza el movimiento dentario mediante arcos elásticos que transmiten
una fuerza al bracket (especie de botoncillo de metal o porcelana) que se
encuentra adherido al diente.
Los arcos y
brackets estándar están confeccionados con nÍquel, titanio, cobre, carbono,
acero.
En el mercado
podemos encontrar arcos y brackets metálicos sin niquel. Se piden en casos muy
concretos en los que el paciente tiene un problema con este metal específico.
Los casos de
brackets metálicos habitualmente son más rápidos y tienen menor tiempo de
visitas en clínica. El deslizamiento de los arcos sobre los brackets es más
fácil al ser dos materiales metálicos, este hecho nos proporciona un
tratamiento más veloz y mínimametne invasivo.
Existen los
brackets estéticos que en su composición no llevan metal. Son cerámicos,
policarbonatos o de zafiro. Pero el arco que utilizamos seguirá siendo
metálico. Incluso los arcos estéticos tienen la misma composición, lo único que
cambia es una tintura de recubrimiento blanca.
Estos aparatos
se usan cuando el paciente requiere estética o cuando tiene un problema
específico con algún metal.
Los compuestos
por cerámica o policarbonato nos dan tratamientos más largos porque el
deslizamiento del arco metálico sobre ellos es más dificultoso. Tienen además
la desventaja de que se fracturan, hay que cambiarlos y ello puede retardar la
solución definitiva .
Los brackets
estéticos de zafiro se utilizan desde hace muy poco tiempo en España. Tienen un
comportamiento mecánico muy similar a los metálicos y cuentan con la ventaja de
ser completamente transparentes. Por lo tanto conseguimos tratamientos rápidos
y pasan completamentes desapercibidos.
La verdadera
alternativa sin metal sería una nueva técnica utilizada en España desde el año
2000 llamada INVISALIGN. Se mueven los dientes con unos alineadores
transparentes que se ajustan perfectamente a la boca y se van cambiando cada
dos semanas.
Los
alineadores están fabricados por un plástico rígido que imprime pequeños
movimientos de unos 0’25 mm. Cuando el alineador ha terminado de hacer el
movimiento, se cambia por otro. De esta forma se consigue mover los dientes con
una fuerza muy controlada y muy suave que no daña dientes ni el hueso que los
soportan. Por esta razón está más recomendado que la ortodoncia tradicional en
adultos con problemas de periodontitis.
Este sistema
permite, tanto al paciente como al profesional, preveer de una forma bastante
exacta cómo van a ser los movimientos efectuados en cada momento y cómo será el
resultado final. Para ello se fabrica una película interactiva llamada
clincheck en la que se ve paso a paso la evolución de la boca en tratamiento.
Los pacientes
con este tratamiento describen una serie de ventajas con respecto a otras
técnicas. La estética es una de ellas porque es completamente transparente y
las personas de su entorno no notan que está en tratamiento. No molesta al
habla ni hace las típicas llaguitas tan molestas de los aparatos tradicionales.
Y sobre todo la higiene; para limpiar los dientes y comer el paciente se quita
los alineadores de forma que el cepillado es el mismo de siempre y no se
retiene más cantidad de comida. Los alineadores no se llegan a teñir ni se
degradan porque cada 15 días se cambian.
CONCLUSIÓN
Actualmente
los tratamientos de ortodoncia son procedimientos accesibles tanto para niños
como adultos, que proporcionan salud masticatoria, digestiva y postural.
El tiempo de un tratamiento de ortodoncia normal puede
rondar el año y medio, es fundamental durante este periodo y posterior al mismo
respetar todos los procesos fisiológicos de función muscular , ejercicios y
masticación.
En esta
búsqueda de salud nos acompaña la función y la estética.
Una boca saludable y funcional dan
armonía al cráneo que se expresa como una armonía del rostro y una sonrisa bonita y relajada.
Dra María Dolores Gallardo Sánchez
Lda en Odontología por la Universidad de Granada
Master de ortodoncia por la University of Southern
Mississippi
Centro de
Odontología Holística
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