Acabo de volver de un seminario celebrado en Madrid este fin de semana pasado, donde se me concede el nivel III de la Reconexión. Esto viene a decir que ya puede realizar el acto de Reconexión o que ya puede reconectar a cualquier persona interesada.
Sobre el seminario decir que ha sido una experiencia única y maravillosa. No quiero extenderme en esta entrada hablando demasiado del mismo, pero he de recalcar que estuve con otros diecisiete compañeros de muchos puntos del país y que con todos lo pasé genial y de muchos aprendí cosas muy interesantes que hasta el momento desconocía. Si alguno de ellos lee esta entrada, aprovecho para darles las gracias por su tiempo y por compartir tan buenos momentos.
Fue agradable, pero también muy intenso. La técnica que se nos transmitió requería de un aprendizaje paulatino, donde teníamos que tener nuestros cinco sentidos (y alguno más) totalmente activados para hacerlo lo más perfecto posible. En esta labor también destaco a las monitoras que se preocuparon (a la vez que nos exigían) que nuestro hacer fuera impecable, no dudando en hacernos repetir hasta que fuera necesario cada uno de los pasos de esta técnica que en algunos momentos me recordaba a una forma de taichi. Puedo asegurar que tras este fin de semana tan completo, los dieciocho participantes sabemos "reconectar" y confiamos en el proceso.
Durante el curso fue común el exponer que muchos pacientes y gente interesada mezcla dos conceptos: La Reconexión y la Sanación Reconectiva. No es lo mismo. Aquí intento que entendáis las diferencias.
SANACIÓN RECONECTIVA:
yo considero que una de las principales diferencias es la intención. Con la sanación buscamos precisamente esto: curación. ¿De qué tipo?. Pues se han documentado no pocos casos de sanación a todos los niveles: espiritual, emocional, psicológico y físico. Por mi experiencia y la de otros compañeros creo que, al ser una terapia energética, funciona más frecuentemente y evidentemente con problemas espirituales y emocionales. Esto es lógico ya que la enfermedad física muy frecuentemente es la manifestación última de una alteración en otros niveles (más sutiles y palpables, como son la psique o el espíritu).
0 comentarios:
Publicar un comentario