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Imagen:www.elalmanaque.com |
Ser padre o madre es algo muy complicado -quién tenga hijos me dará la razón- de hecho muchos no estamos preparados y siempre digo a mi gente que ser padre/madre debería ser una titulación de Grado universitario. Es muy sencillo abordar y ser consciente desde fuera como debe comportarse uno con sus hijos pero no tan fácil vivirlo. Le dejo con unos apuntes muy interesantes del médico Antonio Ríos que de alguna manera resume ese manual de instrucciones (modo irónico) que deberíamos llevar todos dentro.
Resaltar sus palabras en estas reflexiones:
No me des todo lo que te pida. Muchas veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo coger. Si me lo dieras, tendría más, pero no sería mejor.
No me des siempre órdenes. Si en vez de mandarme tanto, me pidieras las cosas por favor, yo lo haría mas rápido y con más gusto.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo de hacer. Decídete y mantén esa decisión. En medio de mis muchas vacilaciones necesito tu seguridad.
Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un permiso, dámelo; pero también si es un castigo. Así me iré curtiendo para la vida.
No me compares con nadie. Si me ensalzas por encima de los demás, alguien va a sufrir; si me rebajas ante los demás, seré yo quien sufra.
No me corrijas las faltas delante de nadie. Enséñame a mejorar cuando estemos solos. Te lo agradeceré infinitamente.
Déjame valerme por mi mismo. Aunque a veces me equivoque. Si tú haces todo por mí, no podré aprender.
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mí también.
Cuando haga algo malo no me exijas que te diga el “ por qué” lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.
No digas mentiras delante de mí. Ni me pidas que las diga por ti aunque sea para sacarte de un apuro. Me siento muy mal y noto que pierdo la fe en lo que dices.
Cuando estés equivocado en algo, admítelo. Así crecerá la opinión que tengo sobre ti. Y me enseñarás a admitir mis equivocaciones.
No me des siempre órdenes. Si en vez de mandarme tanto, me pidieras las cosas por favor, yo lo haría mas rápido y con más gusto.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo de hacer. Decídete y mantén esa decisión. En medio de mis muchas vacilaciones necesito tu seguridad.
Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un permiso, dámelo; pero también si es un castigo. Así me iré curtiendo para la vida.
No me compares con nadie. Si me ensalzas por encima de los demás, alguien va a sufrir; si me rebajas ante los demás, seré yo quien sufra.
No me corrijas las faltas delante de nadie. Enséñame a mejorar cuando estemos solos. Te lo agradeceré infinitamente.
Déjame valerme por mi mismo. Aunque a veces me equivoque. Si tú haces todo por mí, no podré aprender.
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mí también.
Cuando haga algo malo no me exijas que te diga el “ por qué” lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.
No digas mentiras delante de mí. Ni me pidas que las diga por ti aunque sea para sacarte de un apuro. Me siento muy mal y noto que pierdo la fe en lo que dices.
Cuando estés equivocado en algo, admítelo. Así crecerá la opinión que tengo sobre ti. Y me enseñarás a admitir mis equivocaciones.
PADRE/ MADRE
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