Nuestro cerebro es la herramienta
más poderosa que poseemos. En ella almacenamos nuestros pensamientos,
sentimientos, aprendizajes y experiencias, datos a los cuales recurriremos cada
vez que sea necesario en el futuro. Muchas personas en la actualidad se escudan
en la facilidad que nos otorga la tecnología hoy en día para no poner a
trabajar esta importante herramienta, pero la verdad es que nada puede
sustituir las ventajas que nos da un pensamiento ágil.
Podemos usar nuestros teléfonos
inteligentes y el Internet para resolver muchos problemas, pero la realidad es
que estas herramientas no están dentro de nosotros literalmente, lo que quiere
decir que estaremos perdidos en los momentos que no tengamos acceso a ellas por
una u otra razón. Si venimos de fábrica con una poderosa herramienta ¿Por qué
no utilizarla? Quizá signifique hacer unos cambios en tu rutina, atrévete
a salir de tu zona de confort para que puedas beneficiarte de lo que
eso conlleva.
Los músculos de nuestro cuerpo
necesitan ejercitarse. Cuando no lo hacemos estos pierden firmeza, fortaleza y
hasta funcionabilidad. Por eso es que, incluso las personas que no pueden
caminar realizan terapia de movimiento en sus piernas para que estas no se
deterioren.
Lo mismo pasa con nuestro
cerebro, cuando no le damos el uso necesario este pierde sus facultades. Es
decir, aun estarán ahí, pero stand by,
así que cuando necesites hacer uso de ellas no estarán listas para eso, sino
que deberás despertarlas primero.
Sin embargo, tú puedes evitar
esto poniendo en práctica simples hábitos que harán una diferencia muy grande
tanto en el presente, como a largo plazo. Incluso en la vejez te verás
beneficiado por haber mantenido tu cerebro en forma durante tu juventud y
durante toda tu vida.
A continuación, verás cuáles son
esos hábitos que necesitas empezar a practicar desde ya para que tus neuronas
se mantengan activamente saludables:
1)
Hazte
consciente: la mayoría del tiempo no lo hacemos a propósito, pero
dependemos del teléfono y otros gadgets a nuestro alrededor durante todo el
día. Ahora que eres consiente de que necesitas ejercitar tu cerebro para
potenciar tu memoria y otros procesos del pensamiento omítelos para las cosas
sencillas.
Por ejemplo, en lugar de usar la
calculadora para hacer operaciones sencillas, realízalas manualmente. Te
sorprendería saber la cantidad de adultos que no recuerdan multiplicar o hacer
divisiones, esto es porque luego de salir de primaria más nunca lo practicaron.
Trata de recordar fechas, nombres
y datos como números de teléfono o credenciales importantes. Esto te servirá
demasiado cuando la batería de tu celular falle y necesites esta información de
manera urgente.
2)
Ingiere
ácidos grasos esenciales: el cerebro necesita de estos nutrientes para
funcionar bien así que al consumirlos le harás un favor a tu centro de control.
Los ácidos grasos esenciales los puedes encontrar en pescados azules (como
sardina, atún), salmón, aceite de oliva, frutos secos, entre otros alimentos.
Si no eres muy fanático de estos alimentos o no los consumes mucho, puedes
ingerir cápsulas de Omega 3 u Omega 6, esto también te funcionará.
3)
Aprende/memoriza
algo nuevo todos los días: esto puede sonar un poco cliché, pero la verdad
es que todos tenemos la oportunidad de agregar algo de información a nuestro
cerebro. Puedes memorizar un dato curioso a diario, un fragmento de alguna
canción que te guste, el número telefónico de alguien cercano, entre otros.
Esto mantendrá tu cerebro activo
y cuando necesites memorizar algo realmente importante para tu trabajo o
estudios, será mucho más sencillo que si no estuvieras acostumbrado a hacerlo.
4)
Resuelve
crucigramas: este tipo de juegos, incluyendo sopas de letras, Sudokus,
Scrabble, rompecabezas te ponen a pensar muchísimo y a activar partes de tu
mente que no usas demasiado. Obliga a tus neuronas a crear conexiones nuevas y
además, es una buena manera de pasar tu tiempo libre.
Solo con resolver un crucigrama a la semana ayudarás a que
tu cerebro esté más alerta, lo que previene la demencia y enfermedades como el Alzheimer.
5)
Ejercítate:
cuando haces ejercicio físico, la sangre fluye por todo tu cuerpo
oxigenando cada rincón, incluyendo el cerebro lo que le da más lucidez. Aparte,
cuando te ejercitas liberas endorfinas, lo cual es una sustancia que actúa
positivamente en tu organismo haciéndote sentir mejor automáticamente. Por algo
se le conoce también a esta sustancia como un analgésico natural, ya que tiene
efectos relajantes, de alivio y calmantes.
6)
Utiliza
más tu mano no dominante: si eres diestro trata de hacer más cosas de las
que normalmente haces con la mano izquierda y al revés en caso de que seas
zurdo. Al principio se sentirá algo extraño y hasta difícil, pero con esto
estás poniendo a trabajar un poco extra tu cerebro, lo cual es beneficioso.
Haz cosas pequeñas como abrir el refrigerador, cepillarte
los dientes, peinar tu cabello, etc. Luego, con la práctica puedes ir agregando
actividades nuevas como comer y escribir.
Estos son solo algunas recomendaciones sencillas con las
que puedes empezar a activar más tu cerebro, no quiere decir que sean las
únicas. Recuerda que lo más importante es el primer punto, ya que una vez te
haces consciente empezarás a dar pasos en la dirección adecuada, mira estos pensamientos
de motivación en Gananci para darte esa ayuda extra que a veces
necesitamos.
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