Me sentí muy identificado leyendo este texto de Manu Moreno, por lo que re-enlazo aquí. Leyendo su currículum y su línea de trabajo se puede decir que es una persona -que al igual que yo y otros tantos - no se contenta con lo que dijeron algunos hace miles de años, pero a su vez no pierde el respeto por la labor que unos cuantos desarrollaron.
Hoy seré breve, y haré una pequeña reflexión sobre nuestro oficio y cometido como transmisores de una enseñanza, de una cultura y de su tradición.
Hace tiempo que quiero escribiros algo sobre esto en vistas a que nuestros estudiantes y profesores entiendan que el despertar de la ‘medicina real’ en nosotros es un proceso iniciático (o para los que prefieran otra palabra más profana ‘un aprendizaje vital’). Este aprendizaje dista mucho de ingerir conocimiento por ingerir conocimiento, dista mucho de aquél que busca saciar su hambre y su sed en una fuente ilusoria creada por lo que nuestro Ego sabe o deja de saber.
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