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Imagen: blog.piscinacode.com |
El verano es época de playita, piscina y sobre todo de ojos rojos por la inflamación de la conjuntiva. Dos de cada tres piscinas tienen niveles excesivos de cloro por lo que puede suceder que la piscina de tu casa sea una de las agraciadas. Los síntomas que vamos a tener son : enrojecimiento, escozor, sensación de arenilla y
cuerpo extraño, hipersensibilidad a la luz y lagrimeo y en casos muy extremos quemadura de la córnea. Aunque dichos síntomas remiten en pocas horas, es recomendable que de persistir los síntomas acudir al centro de salud correspondiente.
La solución es fácil: usar de forma preventiva gafas de bucear. Pero sucede, sobre todo con los niños, que podemos repetirnos hasta la saciedad en que usen las gafas y no hagan caso (así son ellos). El tratamiento es muy sencillo, lo recomendable en ests casos es usar la flor de Eufrasia, conocida por sus propiedades terapéuticas a nivel ocular desde el S. XIV; hoy en día podemos encontrarla ya en preparados comerciales en la farmacia, algo totalmente ventajoso que nos evita costosos y laboriosos preparados artesanales.
Otras propiedades de esta planta conocidas es el uso para disminuir las
ojeras y, la literatura tambien menciona la Eufrasia como apoyo para
problemas respiratorios, sinusitis, tos y garganta dolorida.
En el caso de adquirir el producto en monodosis (mucho más higiénico), personal y profesionalmente me va muy bien Eufralia de Boiron: se puede utilizar uno a dos gotas de dos a seis veces al día. Se puede usar también con niñ@s, los cuales agradecerán a sus papás por las travesuras cometidas en la piscina (hablo desde la experiencia jejeje)
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