Hoy me he sorprendido pensando como un personaje New-Age o aquellos que calificamos a veces como conspiranoicos.
Recuerdo mi adolescencia y primera parte de mi juventud acudiendo al cine como muchos otros jóvenes hacen en la actualidad; me encantaban las películas de acción, artes marciales, thrillers y sobre todo de terror. Aquellas películas, que al descuido podemos ver sus secuelas años más tarde, se me antojan hoy -a mis treinta y tantos años de edad- de escaso y macabro gusto. Entiendo que para gusto los colores, pero ni siquiera el argumento acompaña al tema... y cuando acompaña da miedo pensar que películas como Saw, Hostel,... puedan agradar a ningún espectador y las ideas que puedan generar en personas con problemas mentales.
Son películas orientadas a generar miedo, a evitar la paz interior y favorecer el odio y la agresividad de las personas. Reduce la vibración que nos hace ser mejoras personas, reflexivas, pacíficas y espirituales.
Esta situación se repite en los canales de televisión -de fondo escucho a mi pareja que aprovecha el espacio de esta entrada para poner el Sálvame o la Noria... La visión del Sr. Gadafi estos días en momentos previos a su asesinato y tras su muerte, me producen un cúmulo de pesar y angustia, incluso la muerte de esta forma de un dictador; su visualización en los medios desinformativos, para que cualquier persona o personita pueda verlo -sin haberlo solicitado- me hace preveer que todavía nos queda por ver muchas cosas desagradables en la caja tonta. No se si existe un fondo oculto en todo esto-más alla del marketing y económico, pero mientras la tele basura exista, será difícil guiar a las personas hacia una sociedad culta, pacífica y crítica con su entorno.
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