Los beneficios de la total aceptación del momento presente se han hecho tan palpables que ya la comunidad científica internacional busca adaptarlos para su práctica clínica. En concreto en Estados Unidos, se ha creado una terapia usada principalmente por psicólogos a la cual han bautizado con en nombre de Mindfulness. Un nombre moderno para algo muy, muy antiguo. Por mucho que se le cambie de nombre al estado de meditación , no-mente o de atención total sin pensamiento; lo que están haciendo es una ligerísima adaptación de lo anteriormente citado. El estado de no-mente ha sido defendido y pregonado sus enormes beneficios desde tiempos inmemoriales y más recientemente han mostrado su devoción sobre el mismo autores como Osho o Tolle. Con todo, y aunque hayan tenido que cambiarle el nombre, para que parezca que sea algo nuevo y que algún experto en concreto lo acabe de inventar, puede resultar un avance que a nivel científico-sanitario se esté aplicando y se estén demostrando de manera innegable sus resultados.
El mindfulness puede entenderse como atención y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual. Pretende que la persona se centre en el momento presente de un modo activo, procurando no interferir ni valorar lo que se siente o se percibe en cada momento. Como procedimiento terapéutico busca, ante todo, que los aspectos emocionales y cualesquiera otros procesos de carácter no verbal, sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados o intentar controlarlos. El control sobre sucesos incontrolables, sujetos a procesamiento automático, requiere de la mera experimentación y exposición natural con la menor interferencia posible. Aunque el mindfulness ha adquirido una cierta notoriedad, sobre todo en USA, de mano de los valores orientales, refiere a algunos aspectos ya conocidos en psicología: la exposición y la autorregulación basadas en las técnicas de biofeedback o en el uso de la hipnosis, donde hay un dejar que los fenómenos perceptivos y sensoriales se muestren como ellos son. Su principal utilidad, más allá de las técnicas concretas que ofrezca, tal vez sea el contrastar con una psicología que propugna el control, el bienestar, la eliminación del estrés, la ansiedad, etc., mediante procedimientos que, a falta de esa experimentación natural, pueden contribuir a perpetuarlos.
Podéis leer el completo artículo de Miguel Ángel Parejo Valleja (Psicólogo - U.N.E.D.) en el siguiente enlace:
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