Puede ser curioso aunque fácil de entender que siendo agnóstico para mi la Navidad es algo especial. Fuera de aspectos religiosos - y me disculparéis aquellas personas creyentes en el catolicismo- la Navidad es un delicioso momento de marketing donde los comerciantes se frotan las manos para poder atesorar el botín económico que les permita finalizar bien el año.
Según la religión cristiana, la Navidad se fundamenta en el nacimiento (latín: nativitas, «nacimiento») del Cristo situado según el calendario Gregoriano el 25 de diciembre . Es ahí donde inicia la serie de contradicciones que recorren la religión católica a lo largo de su historia:
- Para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte). La Iglesia cristiana mantiene el 25 de diciembre como fecha convencional, puesto que en la primavera u otoño la Iglesia celebra la Pascua.
- Partimos de la base que históricamente Jesús de Nazaret no nació en el año 0. La mayoría de los expertos en la materia están de acuerdo en que el nacimiento de Cristo se produjo entre 4 y 8 años antes de lo que comunmente se cree. Pero, ¿qué es lo que lleva a los estudiosos a pensar así? La respuesta proviene de la correlación histórica que los mismos evangelios nos ofrecen. En Mateo 2:1 se dice: «Jesús nació en Belén de Judea, en días del rey Herodes…» y en otro pasaje del mismo evangelio (2:19): «Cuando había muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José…» (habiendo ya nacido Jesús).Este "rey Herodes", que la historia secular conoce como «Herodes el Grande», fué un monarca vasallo de Roma que gobernó con cierta libertad a Palestina entre los años 40 (para algunos 37) y 4 a.C. Sabemos esto, gracias a varias fuentes fidedignas de la antigüedad, que además se corresponden con los descubrimientos arqueológicos, por lo cual no existe la menor duda.Una de estas fuentes es la obra llamada «Antigüedades Judaicas», del historiador Flavio Josefo. En el Libro XVII, cap. VI, párrafo IV, documenta un eclipse de luna (el único al que alude en toda su obra [ver «nota»]) y que, según él, ocurrió poco antes de la muerte del monarca, pudiéndose ver desde la zona de Jericó. Se ha determinado que la fecha del este evento astronómico fué el 13 de Marzo del año juliano 750, que corresponde al año 4 d.C. del Calendario Gregoriano.Esta evidencia, por si sola, retrotrae al menos 4 años la fecha en cuestión; pero, además, una lectura atenta de los pasajes bíblicos inherentes al relato, nos deja percibir un cierto lapso de tiempo entre el nacimiento de Cristo y la muerte de Herodes, por lo menos si otorgamos un mínimo de verosimilitud al texto. Si bien la duración del mismo no se puede establecer con precisión, es muy posible que todavía deba llevarse a la datación de la Navidad original un par de años más atrás.Por lo tanto Jesús no nació en las fechas señaladas según la religión cristiana.Retomando el objetivo y eje central de esta entrada; fuera de los aspectos religiosos y mercantilistas, la Navidad plantea a la persona recordar y reunirse con sus seres queridos, vivir sentimientos de emoción, fé, bienestar, felicidad, armonía, alegría, ilusión ... cada uno de estos sentimientos relacionados con la forma de vivir la vida de esta persona. Yo, personalmente, desde mi agnosticismo tengo a veces la impresión de poder percibir en el ambiente esa sensación de felicidad que se vive en rasgos generales. Siendo para mi importante la Navidad en ese aspecto: Un momento donde confluir sentimientos positivos de bondad y amor hacia la persona.
Pd: Como la foto de portada de esta entrada tiene cierto componente de agresividad os dejo en compañía del oso Winnie que endulce un poco la crudeza histórica de los datos.
Saludos y FELICES FIESTAS.
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