Uno de los sistemas para poder diagnosticar el estado de la energía de nuestro cuerpo, en acupuntura, es el de la pulsología.
La sangre es el elemento, que impulsado por el corazón, llega a todas las partes del nuestro cuerpo, y es la información que recibimos mediante los pulsos de las arterias, la que nos definirá, sobre el estado de la energía en los recorridos de los canales, las funciones y la materia de los órganos.
Los textos que nos han llegado sobre Medicina Tradicional China, hablan de la importancia de los pulsos y de los diversos enclaves donde se debe tomar contacto con las arterias, para diagnosticar los desequilibrios de la energía en el organismo.
Cuando la toma de pulsos se realiza perfectamente, el acupuntor, puede detectar, no sólo el posible desequilibrio energético o funcional de un órgano o víscera, sino también, a veces, determinar la causa del mismo y el estado en que esta energía se encuentra. Se puede determinar igualmente, la evolución favorable del paciente y adelantarse al posible trastorno, que en un futuro inmediato, pudiera aparecer. De esto, se desprende, que el diagnóstico pulsológico es imprescindible a nivel preventivo, permitiendo determinar el comienzo de un desequilibrio, mucho antes de que aparecieran los síntomas que anunciarían la afección ya instalada.
En la Medicina Tradicional China, nunca se debe olvidar que el enfermo es un todo, una unidad indivisible, y que no podemos aislar los síntomas que éste presente, queriendo sólo centrarnos en un órgano o una parte del cuerpo determinada.
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