Argumenta J. A Campoy en la editorial de la revista Discovery Salud 129 que son tantas las visitas recibidas en la página web de la revista, que saturan el servidor y dificulta el acceso a los miles de lectores que mensualmente leen gratis su revista. Aunque el prestigio que tiene esta revista independiente es una buena noticia, dice Campoy que al contrario de otras editoriales no se les facilita ayudas y publicidad como recibiría cuanquiler medio de comunicación habitual. Cuelgo extracto de dicha editorial.
...Porque nuestra revista molesta enormemente al sistema y lleva años siendo boicoteada. Y si lo duda busque el lector entre los ejemplares de los últimos diez años –tanto en la revista como en la web- un solo anuncio de publicidad institucional (es decir, de esa que los gobiernos central y autonómicos reparten año tras año entre los medios de comunicación para tenerlos controlados con la amenaza de retirársela si son demasiado agresivos). O busquen un solo anuncio de cualquiera de las grandes empresas que gastan miles de millones de euros en medios con mucha menor audiencia que esta revista y su web: compañías de electricidad, operadores de telefonía, fabricantes de automóviles… Es más, busquen anuncios de grandes empresas relacionadas con la salud y la enfermedad. No encontrarán ninguno de las grandes multinacionales farmacéuticas. Ni siquiera de las grandes empresas de alimentación. De hecho no los encontrarán ni de las grandes compañías de productos homeopáticos o fitoterápicos. Sencillamente porque estamos vetados. En suma, la independencia tiene su precio. Y si nuestros lectores quieren que sigamos informando libremente como hasta ahora deberán ayudarnos. Esperamos pues que se entienda que a partir del 1 de julio habrá una parte de la web a la que sólo podrán acceder quienes se suscriban a ella. Y entre ese contenido de acceso restringido estarán los seis últimos números de la revista además de algunos otros reportajes; el resto seguirá siendo de acceso libre.
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