Hace cuatro años, a don Héctor le diagnosticaron la enfermedad de
Parkinson, un trastorno degenerativo del sistema nervioso central que,
eventualmente, comenzó a hacer estragos en su salud. Temblor, rigidez,
lentitud en los movimientos y deterioro del equilibrio fueron algunos de
los síntomas que, poco a poco, fueron afectando su calidad de vida.
Pero
en febrero de este año don Héctor decidió añadir al tratamiento
tradicional, de medicamentos recetados por su neurólogo, terapias de
acupuntura una vez a la semana. Y, según dice, la mejoría de sus
síntomas ha sido significativa.
“Cada vez que salgo de un
tratamiento me siento mucho más ágil que cuando llegué. El temblor se ha
mejorado, me puedo sentar y parar sin ayuda y tengo mucha más agilidad
que antes”, afirma don Héctor con voz clara y fuerte, tras destacar que
hace poco, por primera vez en mucho tiempo, se pudo ir de vacaciones y
disfrutarlas.
El cambio del estado de ánimo y en el metal de su voz,
también son dos características que su esposa, Gloria, ha notado en
todo el proceso. “Además de la movilidad y la agilidad que ha
adquirido, es notable la fortaleza al hablar. Ahora puede expresarse
mejor y la voz le sale con más potencia. Además, su estado de ánimo ha
mejorado notablemente”, asegura doña Gloria, mientras resalta que ahora
salen de paseo, él está más activo “y no se queda anquilosado viendo
televisión”.

De
hecho, se ha comprobado que la acupuntura estimula la circulación,
calma o activa el sistema nervioso y activa la producción de diferentes
neurotrasmisores como serotonina, dopamina y endorfinas que tienen
diferentes funciones en cuerpo.
Texto extraido de www.elnuevo día.com
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