Paso a paso la acupuntura pasa de convertirse de una disciplina a una ciencia, varios años de estudios científicos nos avalan, a continuación un extracto del libro del Dr. Sergio A. R. Gutiérrez Morales y Dr. Victor Smith-Ágreda, de un capítulo del Tomo I, titulado: "Biomedicina: Fundamentos, Práctica Clínica e Investigación", de los mismos autores. Edit. Mandala, Madrid, 2001.
En este texto se detalla de forma técnica y minuciosa los orígenes embriológicos y la relación neuroanatómica que rodea y relaciona los puntos de acupuntura
1.
Introducción
El costo medio anual
del tratamiento de la lumbalgia en la Comunidad
Autónoma Canaria, España,
asciende a unos dos mil millones de pesetas, cantidad ésta
que para una pequeña región es insostenible. Como
consecuencia, algunos responsables de la Sanidad del Gobierno de
Canarias se plantearon la necesidad de estudiar alguna
técnica terapéutica alternativa que pudiera, a
igual eficacia e
incluso mayor seguridad,
disminuir taxativamente aquel costo que además, año
tras año, tendía a incrementar. De todas las
técnicas examinadas, la que más
evidencias
empíricas presentaba era la acupuntura, por lo que para el
fin propuesto pareció la más adecuada para
ensayarla clínicamente.
Se inició el estudio con una intensa
revisión bibliográfica de todo lo publicado en los
últimos 25 años, en revistas de alto factor de
impacto y en bases de datos
médicas. Sorprendentemente, el resultado de esta
revisión aportó la conclusión de que no
existían ensayos
clínicos con una metodología apropiada (ensayos frente a
placebos mal concebidos o evaluados), pocos estudios de series de
casos, y no existía investigación básica en que
fundamentar la técnica. Sin embargo, había gran
cantidad de artículos referidos a los "cimientos
filosóficos de la acupuntura", lo que no permitía
avalar un ensayo
clínico serio. Según esta filosofía, un
punto de acupuntura se definía como: "... la
relación entre el Cosmos y el microcosmos ", y
otras definiciones del mismo estilo. La relación entre
puntos se establecía mediante " ... unas
microcorrientes que fluyen por canales o meridianos o unos
microsistemas ..." por la sola evidencia de que los
puntos de acupuntura muestran una menor impedancia respecto a la
zona que les rodea.
Concluimos que teníamos que empezar por el
principio, intentando responder a las preguntas:
- ¿Qué es un punto de acupuntura desde la perspectiva anatomofisiológica y cómo se originan?
- ¿Qué es un meridiano?
- ¿Cómo se relacionan con órganos, vísceras, funciones y sistemas orgánicos?
- Mecanismos de acción biofísicos y bioquímicos.
Sin las respuestas a estas primeras preguntas no era
posible fundamentar un ensayo
clínico con la metodología adecuada, por lo que
comenzamos la investigación tomando gran número de
muestras de distintos tejidos,
tiñéndolas y fijándolas, para estudiarlas
mediante microscopia óptica,
e intentar encontrar la estructura
anatómica y funcional de los puntos de acupuntura y
confirmar sus mecanismos de acción, es decir, tratar de
buscar la justificación científica de la
técnica.
Figura 1.- Sergio A. R. Gutiérrez,
coautor de este texto, en su
laboratorio de
Biofísica, en el Instituto de Investigación y
Tecnologías Biomédicas de Canarias, que se
inaugurará próximamente como entidad
pública.
()
2.1. Origen de los puntos de acupuntura. Dinámica
organogenética
El origen de los puntos de acupuntura se estudió
desde la generación de un nuevo ser, desde su
anfimixia o unión de los gametos,
anidación, blástula, gástrula,
diferenciación, etc. Posteriormente en el
período somítico, se investigó el
ectodermo, endodermo y el cordomesoblasto, como
hojas blastodérmicas (donde se ubican los paquetes
neurovasculares que estructuran los puntos de
acupuntura), y cuyos crecimientos dan lugar al comienzo del
horizonte 8 de Streeter y que van a irse formando de la
cabeza a la "cola". La dinámica organogenética hace
que desde el embrioblasto se vayan conformando cada
uno de los segmentos o somitas en sentido
céfalo-caudal, alejando el ano de su primitivo origen, con
cada nuevo somita, pero siempre interrelacionados
unos con otros. Es importante no perder de vista que cada somita,
no solo forma la porción parietal, sino todos los
elementos que le corresponden al segmento, en sus tres hojas
blastodérmicas. Esta es una de las dificultades que
más cuesta comprender por el olvido de que:
I. Un somita forma tanto la
porción superficial o del esquema corporal,
como la profunda de órganos y
vísceras.
II. Las distintas porciones superficiales o
profundas, no permanecen estáticas, sino que
sufren un desarrollo
morfológico y una emigración, en relación
con las necesidades de la futura función.
Por ejemplo: los testículos
se originan fundamentalmente del somita Ll, y luego emigran a las
bolsas escrotales. Sin embargo, su dependencia vascular y neural
está supeditada a la metámera Ll durante toda la
vida, de este modo, cualquier estímulo sobre la Ll
repercutirá a nivel testicular y de todos los elementos
formados a partir de ella. Esto aclara que todos los "canales
o meridianos" acupunturales, poseen ramificaciones o
conexiones en profundidad, en relación con lo que acabamos
de indicar. Por otra parte, olvidar la dinámica
organogenética, hace así mismo olvidar que, tanto
las vísceras como los miembros o resto de las paredes
corporales se forman de unos determinados somitas, y luego por su
función, cambiarán su primitiva topografía, como ocurre con la mano, que
corresponde a los somitas cervicales C7, C8 y D1, pero que, sin
embargo, en la postura anatómica, la mano se localiza a
nivel de la cadera; o el pie, que procede de la L5, S1 y S2, y se
localiza muy por debajo del final del tronco; o el
testículo, que procede de la Ll, y, sin embargo,
topográficamente se encuentra localizado en la raíz
del muslo; y así ocurre por ejemplo, con el intestino, los
pulmones, el corazón,
el estómago, el bazo, el páncreas, etc. A pesar de
estas modificaciones topográficas, siempre
están conexionados neurovascular y funcionalmente con el
somita o somitas que le dieron origen.
Si estos datos
anatomo-embriológicos se tienen presentes, se comprende
fácilmente el hecho de que la acupuntura, desde la
perspectiva anatómica, no es empírica y
responde a la más ortodoxa y científica
sistemática occidental.
2.2.
Metamerización
Constituido el embrión en los diferentes
órganos que permiten mantener la conservación del
individuo y de
la especie, nos interesa ahora el considerar el desarrollo de los
elementos que han de constituir las partes del continente y
contenido somático; es decir, del soma o cuerpo
embrionario del cual deriva el cuerpo definitivo del nuevo ser.
Sabemos que la notocorda influye sobre el mesodermo
primitivo, no de una manera continua, sino a espacios
intermitentes, de tal manera que su acción se nota en la
masa mesodermal y que constituye un desarrollo contractivo, que
les origina desde el somita o segmento primitivo. De este somita,
constituido, como sabemos, por el miótomo y el
dermótomo, se va a diferenciar la pared definitiva.
Tanto uno como otro va a poseer su correspondiente nervio, que se
inicia en la porción medular correspondiente al mismo
nivel somático y, por lo tanto, ha sido influida por el
mismo segmento notocordal. La emigración de las masas
somíticas, mío y dermoneurales, se origina
siguiendo las inducciones establecidas por los llamados
organizadores parietales, los cuales, terminada su
función, son invadidos por el mesénquima
correspondiente al esclerótomo para constituir las
partes óseas esqueléticas. En realidad, la primera
pared importante que se va a constituir en el embrión es
la de su tronco. Sin embargo, las funciones van a ser distintas,
según la localización topográfica que vayan
a tener cada uno de los segmentos. Por un lado, tendremos
musculaturas que se sitúan en la porción dorsal
embrionaria, es decir, en los que corresponde a la parte
retrosomática del cuerpo humano,
y cuya misión
fundamental es el enderezamiento en la estática.
Por el contrario, las paredes presomáticas están
supeditadas en su organización al inductor presomático
que constituye, al osificarse, el arco visceral en un mayor o
menor desarrollo sobre la región. Si se trata, por lo
tanto, de un arco visceral encargado de proteger a la
víscera, sus movimientos, es decir, los de los elementos
funcionales, tratan, en todo momento, de ser de tipo flexor. Como
consecuencia de ello, podremos considerar que, el dispositivo
presomático está constituido por una serie de
elementos antagónicos al retrosoma. Al tener funciones
distintas, cada una de las porciones corresponde a sistemas
neuromusculares distintos, de tal manera que el retrosoma tiene
su nervio retrosomático independiente del nervio
presomático. Vemos, por lo tanto, que cada
«rodaja» o sección del cuerpo humano
está constituida por varios elementos. Estos elementos
forman lo que se denomina el metámero,
contituído:
- Por la «rodaja» medular y sus raíces nerviosas que le corresponden, que forman el mielómero y el neurómero, respectivamente.
- Un armazón esquelético que constituye el arco neural y el arco visceral y que se denomina esclerómero.
- Una franja carnosa, que constituye el miómero, y la cinta de piel que le corresponde o dermómero.
- Todo sistema neuromuscular lleva adyacentes y dependientes de él un sistema de riego, por lo tanto, lo mismo la rama presomática que la retrosomática tienen su correspondiente satélite, que procede del mismo nivel aórtico. Constituyen el angiómero.
2.3. Interconexión
metamérica
Establecida ya la importancia metamérica, para
explicar la interrelación somática y visceral a
nivel del ser humano, no debemos olvidar que este ser, aunque
formado por segmentos primitivos o somitas es, en sí
mismo, una unidad morfológica y funcional donde «el
todo es más que la suma de las partes», aunque en
una parte estuvo representado el todo en el momento de la
anfimixia. Esto nos indica que tiene que existir una
conexión entre los diferentes metámeros. Esta
conexión se realiza a todos los niveles, desde la piel y
paredes del organismo hasta el dispositivo visceral, por
vía nerviosa fundamentalmente. Esta conexión se
realiza también a través del proceso
endocrino, junto con el sistema nervioso
central. Los elementos fundamentales de conexión bajo
el punto de vista neural van a ser las neuronas cordonales de
corta y larga conexión, donde al punto de acupuntura, por
su propia estructura, le corresponde un importante
papel.
2.4. Situación anatómica general de
los puntos de acupuntura
Para una mejor comprensión se presentan las
figuras 3 y 3 bis, en las que se describe la
situación anatómica superficial de la mayor parte
de los puntos de acupuntura. Otros se sitúan
profundamente, y conectados neurovascularmente (como los comunes
del sistema nervioso periférico) con los distintos tejidos
orgánicos, en general, en cercanías
óseas.
Dermatomas cutáneos Sistema nervioso
simpático
Figura 2.- Correspondencia entre el sistema nervioso
periférico y los dermatomas
cutáneos.
El sistema nervioso simpático es una
subdivisión de la porción eferente del sistema
nervioso periférico. Su función es la de llevar
impulsos de las neuronas eferentes a los efectores
autónomos o viscerales, músculo cardíaco,
músculo liso y tejido epitelial glandular. La
mayoría de los ganglios de la sección
simpática se encuentran situados a lo largo de cada lado
de la cara anterior de la columna vertebral. Las neuronas
simpáticas preganglionares tienen sus dendritas y cuerpos
celulares en las astas laterales de los segmentos dorsales y
lumbares de la médula espinal. Sus axones se originan en
el asta posterior de la médula hasta el ganglio
simpático paravertebral. Casi todos las neuronas
posganglionares presentan sus cuerpos en los ganglios de la
cadena simpática. Los axones de estas neuronas pueden
integrar parte de los nervios periféricos, o bien, arribar a sus
efectores en forma independiente. Las fibras sensitivas ingresan
a la médula espinal siguiendo una cierta distribución topográfica, de manera
que a cada dermatoma sensitivo le corresponde un segmento medular
determinado. La evaluación
de la sensibilidad cutánea mediante la exploración
de los puntos de acupuntura ubicados en los dermatomas, permiten
reconocer el nivel donde se encuentra una lesión medular o
la patología en un tejido, que en algunos casos compromete
las vías sensitivas ascendentes.
2.4.1. El dermotomo. Sistema
dermo-neural. Piel
Consta de dos zonas derivadas de
distintas hojas blastodérmicas, y entre ellas constituyen
el órgano mayor y más plástico:
la piel.
a. La epidermis, que deriva del
ectodermo, y,
- El dermómero, que constituye una porción del cordo-mesoblasto del somita, que da lugar a la dermis y a la hipodermis. Estos elementos influyen mutuamente y se controlan entre sí. Si se les separa y se colocan en un caldo de cultivo cada uno de ellos, crece de una forma tumoral. Durante el desarrollo, cada dermotomo queda invadido por emigraciones fibrilares neurales de las células de la cresta ganglionar o protoneuronas. Esta invasión queda, constituyendo una unidad anatomofuncional inseparable, como sistema dermoneural.
- Los puntos de acupuntura se sitúan fundamentalmente en la epidermis (en el estrato basal) y en la dermis (en el estrato papilar).
2.5. Primera microfotografía
de un punto de acupuntura
Demostrado el origen embrionario de los puntos de
acupuntura, nos propusimos estudiar su estructura
anatomofisiológica mediante la microscopia. En la figura
4, se muestra la
microfotografía de la sección transversal de un
área de piel común conteniendo la estructura de un
punto acupuntural; cada punto engloba, como mínimo,
colágeno, fibras de elastina, un cúmulo
dendrítico nervioso amielínico y una anastomosis
arterio-venosa, constituyendo el soporte de un paquete
neuro-vascular.
Una vez conocida la estructura anatómica de un
punto acupuntural, estudiamos en un cadáver las
implicaciones vasculares y nerviosas de los 121 puntos más
utilizados en la técnica de la acupuntura, lo que dio como
resultado, tal como sospechábamos, que los
meridianos o canales no se objetivan
anatomofisiológicamente. La conexión
energética entre los puntos, por tanto, no se realiza por
un flujo de corriente que los atraviesa, sino por las que hemos
denominado Biofrecuencias de Trabajo
Electromagnético, BfTE, es decir, por las bandas
de frecuencias resonantes existente entre los puntos asociados a
un determinado tejido, función o sistema orgánico.
Los meridianos, tal como fueron concebidos por los antiguos, no
existen. Sin embargo, aquel conocimiento
sirvió para dar un soporte virtual a los puntos de
acupuntura.
Figura 4.- Microfotografía de un punto de
acupuntura (P10), obtenida por primera vez en 1987 por Ph.D.
Sergio A. R. Gutiérrez Morales, coautor de este texto,
en una muestra teñida con hematoxilina, eosina y sales de
plata diluidas.
2.6. Características generales del punto de
acupuntura
2.6.1. Glómus
Además de las distintas sensibilidades que se
captan por los sentidos,
existen la de los vasos sanguíneos, vísceras y
órganos, que normalmente pasan desapercibidos a nuestra
conciencia, y que
sólo se hacen patentes cuando alcanzan, por ejemplo, las
zonas reflejas de Heat o de McKenzie. Sin embargo,
el hecho de que no se tenga conciencia de ellas no les resta
importancia en su función de regir los procesos de
acción y reacción automáticos que
regulan y mantienen la homeostasis de
Canon.
Cualquier presión,
punción, función o acción, física o química sobre un
punto o zona del organismo, le afecta a todo él, y activa
los circuitos
neurales, vasculares o neuroendocrinos, variando las tasas o
niveles de energía del organismo. El sistema
neuroendocrino impregna todos las partes de nuestro ser, siendo
sus vías las nerviosas y/o las humorales,
íntimamente supeditadas al dispositivo vascular, tanto
arterial como venoso y linfático.
El dispositivo orto y parasimpático, salvando sus
distribuciones topográficas, se encuentran y reúnen
en el organismo a prácticamente todos los elementos
neurales. Por ejemplo, en el mismo intestino que, con una
visión tarsativa, su inervación es
parasimpática en lo que se refiere a la musculatura, pero
debido a que ésta necesita del riego para su nutrición, el sistema
ortosimpático penetra conjuntamente con la
vascularización. Cuando en el embrión se produjeron
las emigraciones de los simpaticoblastos para conformar
los ganglios ortosimpáticos, emigraron con ellas de
la cresta ganglionar, células de tipo
neuroepitelial y miopitelial, que fueron
distribuyéndose por diferentes regiones del organismo y
que con los vasos sanguíneos forman las estructuras
anatómicas denominadas glomus. Las zonas de
la pared vascular o de las comunicaciones
arterioneurales se encuentran localizadas fundamentalmente
en:
- La comunicación arteriovenosa, a nivel capilar.
- En los puntos en que la arteria antes de realizarse en capilares presenta un atajo por donde puede derivar la circulación. Muestran un engrosamiento a veces de la copa media y otras veces son células contráctiles poligonales o fusiformes pobres en miofribrillas, de aspecto epiteloide denominadas células glómicas (Cajal, Hasson) y acompañados de un grueso plexo nervioso.
Figura 5.- En este antiguo dibujo se
muestra el complicado sistema de arterias, venas y nervios
craneales, que por anastomosis, algunos conforman los glomus que
fundamentan los puntos de acupuntura.
2.6.2. Glómus arteriosos y su
relación con los puntos de
acupuntura
Los glomus arteriosos son formaciones o anastomosis
arterio-venosas. Se localizan en diversas zonas de los trayectos
vasculares. Presentan siempre la característica de ser
puntos de baja impedancia. La investigación
anatomo- funcional demuestra siempre, que:
1. Los glomus se encuentran siempre en los puntos
de acupuntura;
2. No se encuentran nunca en los puntos de alta
impedancia;
- En los diferentes puntos de acupuntura, utilizando cortes seriados hemos llegado a contar hasta cinco glomus, como en el caso del punto 4IG, sobre la arteria radial, en el dorso de la mano.
- No existen puntos de acupuntura sin glomus.
2.6.3. Constitución
anatomo-funcional de los puntos de
acupuntura
Tras nuestras investigaciones,
los puntos de acupuntura constan de:
a. Una arteria aferente;
b. Emite unas ramas
preglómicas;
c. A nivel de estas divisiones se forma un
conducto espiriforme que se denomina clásicamente conducto
de Suquet-Hoyer;
d. Las arterias preglómicas y el
canal de Suquet-Hoyer se abren a un colector general
venoso.
e. Este colector general se abre en las
venas eferentes.
f. Alrededor de todos estos vasos se encuentran
gran cantidad de colágeno y elastina, y fibras nerviosas
amielínicas junto con terminaciones axónicas y
cúmulos dendríticos;
- Presentan liberación de neurotransmisores del tipo de las catecolaminas;
- Entre los elementos vasculares se encuentran gran cantidad de elementos mioepiteliales derivados de la cresta ganglionar.
2.6.4. Conexión con el sistema
nervioso central
El organismo (aunque está compuesto de
«partes» funciona como «unidad»), tiene
una conexión entre el sistema ortosimpático y
parasimpático con el sistema nervioso
central por medio de las fibras ramicomunicantes, que son
neuronas que proceden del surco de Monro del
epéndimo. Forman los núcleos centrales del
vegetativo. Los acúmulos craneal y caudal constituyen el
parasimpático, llamado cefálico el superior y
erector el caudal. Los acúmulos medulares en su
localización metamérica en la médula forman
el asta lateral. Constituyen los elementos
ortosimpáticos.
No hay que olvidar que nervios y vasos sanguíneos
periféricos se anastomosan (anastomosis
arteriovenosa), para crear, por un lado, los glomus
(un glomus no es necesarioamente un punto de acupuntura, sin
embargo, no existen puntos acupunturales donde no hay glomus), y
por otro, una intrincada y compleja red periférica de
nervios y vasos sanguíneos, que son capaces de actuar como
receptores de señales
externas y que a través de nervios más gruesos
(parentales aferentes), médula espinal y tálamo,
enviarlas a la corteza cerebral, donde dichas sensaciones se
hacen conscientes emitiendo las correspondientes señales
eferentes al tejido cuya proyección somatotópica ha
sido estimulada.
2.6.5. Profundidad general de los puntos de
acupuntura
En general, se encuentran a una profundidad que no
sobrepasa los 2 milímetros. La profundidad del punto de
acupuntura se determinada por el proceso de generación del
T’Chi en cada punto. Teniendo en cuenta que
el grosor de la piel es muy variable, (es el órgano
más plástico de toda la economía
anatómica) sus diferencias están en
función:
– del espesor del estrato córneo de la
epidermis;
– del espesor de la dermis;
– de la riqueza en folículos
pilo-sebáceos y en glándulas sodoríparas,
y,
- de la relación más o menos estrecha
con los planos subyacentes.
Otros puntos se encuentran ubicados en regiones
orgánicas más profundas, pero que difieren de los
estudiados sólo por su situación y sus
posibilidades terapéuticas.
3.1. Sistema resonador
También desde la perspectiva energética,
los puntos de acupuntura al ser paquetes neurovasculares tienen
las características propias de los mismos. A nivel de las
divisiones preglómicas se forman los conductos
espiriformes de Suquet-Hoyer, y conjuntamente con los
complejos árboles
dendríticos que asoman a los puntos de acupuntura y
sus anastomosis arteriovenosas, constituyen circuitos
bioelectrónicos capaces de oscilar en unas determinadas
frecuencias resonantes con la de sus tejidos asociados. Cada
sistema resonador captará y emitirá señales
que dependerán de sus "constantes de tiempo"
determinadas por la inductancia, la capacidad y la resistencia de
sus elementos anatómicos propios. A estas frecuencias las
hemos denominado Biofrecuencias de Trabajo
Electromagnético, BfTE. Efectivamente, cada
punto de acupuntura es un sistema resonador, tal como los
llamó Popp, de la Univ. de Marburg.
Entre cada grupo de
puntos que se asocian a un determinado tejido, existen
"conexiones" neurales, vasculares y energéticas
diferenciadoras. Anteriormente, ya describimos las dos primeras
desde la embriología.
Los puntos acupunturales relacionados con cada
órgano, víscera o función específica,
no se encuentran conectados entre sí mediante unos flujos
de corriente a través de unos "canales o meridianos" en
los que se suponía se ubicaban, sino mediante ondas
electromagnéticas propias de cada uno de ellos, por lo que
la biocomunicación es por ondas cuyas frecuencias son
resonantes entre sí y en una estrecha banda de longitudes
de onda. Es decir, cada grupo de puntos resuena a una
determinada banda estrecha de frecuencias, equivalente a la del
tejido o función al que se asocian. Por esto y
porque no se objetivan anatomofisiológicamente es por lo
que se puede afirmar que los meridianos tal como se han concebido
hasta hoy, no existen.
Desde este punto de vista, la enfermedad
es una disfunción energética, que hace que el
tejido o la función afectada oscile por debajo o por
encima de los límites de
la banda de frecuencias de salud (Biofrecuencias de
Trabajo Electromagnético) de dicho tejido o
función.
3.2. Biofrecuencias de Trabajo
Electromagnético, BfTE
Las terminaciones ramificadas de los axones, que
finalizan en pequeñas protuberancias denominadas botones,
hacen sinapsis en el cuerpo celular de la neurona, por
la liberación de los neurotransmisores que emiten las
señales. Tal como ocurre en un embrión respecto a
la especialización de las células totipotentes
mediante las radiaciones ultravioletas de distintas frecuencias,
ocurre con las señales, igualmente ultravioletas, que
trasmiten la bioinformación a las neuronas. Las
radiaciones UV son frecuencias armónicas de las
BfTE, que caracterizan a los diferentes tejidos,
sistemas y funciones del organismo, que mantendrán durante
toda su existencia.
Para calcular la biofrecuencia de resonancia de los
diferentes tejidos, sólo basta conocer la capacidad
eléctrica de cada uno de ellos. Para esto, se han
medido los picofaradios, pF, de los distintos
órganos, vísceras y distintas funciones
orgánicas, utilizando el pabellón
auricular como proyección somatotópica en
la corteza cerebral y los puntos
Ting, que tienen implicación directa con
cada uno de los tejidos y funciones, de acuerdo con nuestras
investigaciones en un cadáver. En la Tabla siguiente se
muestran las BfTE medias de cada tejido y función,
como consecuencia de la evaluación de su capacidad, por la
fórmula:
CpF1 + CpF2 + CpF3 +
... CpFn
S
t/nCpF =
------------------------------------------ = CpF de
media.
n
La longitud de onda, l , viene expresada en metros por la
aplicación de la fórmula abreviada:
l
m = 297 : MHz .
Si tenemos en cuenta la frecuencia de emisión de
las agujas (64 MHz), se puede calcular que su longitud de
onda es de 4,66825 metros; sin embargo, por sus
dimensiones, hay que suponer que la trasmisión de la
frecuencia fundamental a los tejidos se realiza mediante ondas
armónicas, que atenúan la potencia
energética emitida por la aguja, pero que siguen siendo
suficientes como para permitir la resonancia recíproca de
los distintos tejidos y de otras funciones orgánicas
importantes.
La medición de la capacidad de cada tejido se
realizó en 310 sujetos aparentemente saludables,
pues ninguno de ellos presentaba signos o
síntomas especiales que determinasen una patología.
Así mismo, ninguna de estas personas había padecido
enfermedades en
los seis meses anteriores a la toma de la medición. Estos
sujetos de la muestra se captaron al azar entre distintos
grupos, sexos,
edades, categorías culturales, etc. por lo que hay que
suponer que las mediciones han quedado estadísticamente
balanceadas.
La Tabla que se muestra a continuación despeja
importantes incógnitas, que a partir de ahora permiten un
conocimiento
científico de la acupuntura como rama de la
Bioenergética. Como es natural, los datos explicitados en
dicha Tabla, nos alejan definitivamente de la filosofía
oriental como soporte de las técnicas
energéticas.
TABLA.- Cálculo de Biofrecuencias de
Trabajo Electromagnético, BfTE, de los diferentes tejidos
y funciones del organismo.
La relación Tejido ó función/total
individual, se refiere a la evaluación que partiendo desde
la BfTE de cada tejido y otras funciones, se halla con respecto a
la frecuencia total del cuerpo. Esto permite secuenciar (Puesto)
la importancia bioenergética relativa de cada uno de ellos
con relación al cuerpo energético desde una
perspectiva global del individuo.
La BfTE global del organismo es de 64 MHz, que es, por
tanto, la frecuencia de resonancia fundamental, y que coincide,
precisamente, con la de las agujas de acupuntura (3" de
longitud). No hay que olvidar que este valor se
encuentra en el campo de las radiofrecuencias, lo cual supone que
la intervención en el organismo mediante técnicas
bioenergéticas se puede realizar desde frecuencias
armónicas.
Los datos de la Tabla anterior, permiten construir la
que hemos denominado aguja bioelectrónica,
instrumento capaz de inyectar señales electrónicas
precisas, en fase y en frecuencia resonante con cada uno de los
tejidos y funciones del cuerpo. Desde los puntos de acupuntura
asociados a un tejido patológico, la aguja
bioelectrónica hace que resuene en su propia frecuencia de
tejido sano.
La aguja bioelectrónica es, sin duda, la aguja
perfecta, ya que permite una intervención directa con
el tejido o la función afectada, no involucrando a otras
estructuras del organismo. Mediante este sistema se logra la
mayor eficacia posible acupuntural.
El VC y el VG, sólo han mostrado funciones
derivadas de su asociación con los
metámeros.
DIAGRAMA DE RELACIÓN RELATIVA
DE LAS BANDAS DE BIOFRECUENCIAS DE TRABAJO
ELECTROMAGNÉTICO, BfTE, DE FUNCIONES, SISTEMAS Y
TEJIDOS
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4.1. Grupo mórfico y
catecolaminas
4.1.1. Endorfinas: opiáceos
endógenos
La palabra «opio»,
etimológicamente, proviene del griego
«opion» que significa «jugo de
amapola».
Desde épocas inmemoriales, el opio y sus
derivados, tal como la morfina, se han utilizado en el control del
dolor.
Son los analgésicos «más
potentes» que se conocen, siendo sus efectos
fisiológicos notablemente aumentados por su producción de euforia, razón
ésta por lo que son altamente adictivos.
No se ha conseguido sintetizar una sustancia
química que produzca los mismos efectos, pero que no cree
adicción.
4.1.2. Receptores específicos de
opiáceos
Todas las sustancias opiáceas, están
químicamente relacionadas, y tienen, por tanto,
equivalencias en sus estructuras tridimensionales.
Por ello, se sospecha que los opiáceos
actúan sobre el cerebro,
uniéndose a receptores específicos de membrana. El
uso de derivados del opio marcados con isótopos
radioactivos, permite demostrar la existencia de tales
receptores. (Barnes, 1978).
Estos receptores se sitúan, fundamentalmente, en
la médula espinal, en el tronco cerebral y en regiones
cerebrales en las que se supone que los movimientos y las
emociones, son
traducidos en acciones
complejas, como la búsqueda de alimentos o de
pareja.
Cuando un opiáceo se une a una neurona que tiene
su receptor, actúa como neuromodulador inhibidor,
provocando una disminución en la producción de
impulsos nerviosos neuronales.
Estos receptores se encuentran no sólo en seres
humanos, sino en todos las animales
vertebrados en que se han investigado.
La pregunta es, ¿ por qué los cerebros de
los vertebrados tienen receptores para los opiáceos
?
La respuesta parece lógica:
Porque esos cerebros PRODUCEN
OPIÁCEOS.
Esta sorprendente respuesta, ha dado lugar a la
búsqueda de sustancias naturales que tengan actividad
opiácea.
4.1.3. Endorfinas y encefalinas
Se han aislado muchos opiáceos endógenos,
que actúan como neuromoduladores, y se les ha dado el
nombre de ENDORFINAS.
Existen dos grupos de endorfinas:
I. Uno, conocido como ENCEFALINAS, que
están distribuidas por todo el sistema nervioso central y
por la médula suprarenal.
Se han identificado dos de ellas, como
pentapéptidos, (péptidos de cinco
aminoácidos). De acuerdo a las evidencias recientes, las
dos encefalinas (a
y b ) se
producen en múltiples copias en una única cadena
de polipéptidos. (Curtis, 1992).
II. El otro grupo, está formado por ENDORFINAS
que se producen primariamente por la glándula
hipófisis y por otros tejidos.
El factor hipotalámico desencadenante de la
producción de endorfinas hipofisarias, es el «P. O.
M. C. » o Preopio-Melano-Cortina, que se libera
cuando hay albúminas heterólogas y desencadena el
estrés.
La más común de ellas, es la
b ENDORFINA, que
es sintetizada por una cadena peptídica larga, que
también contiene ACTH, la hormona liberada por la
hipófisis anterior y que estimula la corteza
suprarrenal.
Aunque existe mucha superposición en la
estructura primaria de las distintas endorfinas, las relaciones
funcionales entre ellas, todavía no se conocen.
(Curtis, 1992).
La investigación de las endorfinas es de sumo
interés, ya que tienen que ver con dos
importantes problemas
médicos, como son, la
drogadicción y el dolor, muchas veces
interrelacionados.
Las endorfinas son analgésicos naturales
muy potentes.
Los individuos en situación de estrés,
suelen informar que no percibieron lo que después
resultó ser, por ejemplo, una herida extremadamente
dolorosa y por tanto, pudieron continuar viviendo en una
situación que podía poner en peligro su
vida.
El descubrimiento de que los macrófagos
están entre los tipos celulares que tienen receptores de
endorfinas, sugiere que estas sustancias desempeñan
también un papel en la estimulación de las
respuestas inmune e inflamatoria.
La morfina, la heroína y otros opiáceos
exógenos se combinan con los receptores de endorfinas,
aliviando el estrés, levantando el ánimo y
aplacando el dolor.
Sin embargo, se ha propuesto la hipótesis de que éstos
opiáceos externos, al actuar por
«retroalimentación negativa», reducen
la producción normal de endorfinas, generando una
«dependencia» siempre creciente, dando como
resultado, la adicción a las
drogas.
GRUPO MORFICO DE ENCEFALINAS Y
ENDORFINAS:
(A) tyr-gly-gly-phe-met
Metionina-encefalina
(B) tyr-gly-gly-phe-leu
Leucina-encefalina
(C)
tyr-gly-gly-phe-met-thr-ser-glu-lys-ser-gln-thr--pro-leu-val-thr-gln-gly-lys-his-ala-asn-lys-val-ile-ala-asn-lys-phe-leu
b
endorfina
Secuencias de aminoácidos de tres
endorfinas.
Los primeros cuatro aminoácidos de cada secuencia
son idénticos, y constituyen el «grupo
mórfico», y si se destruye uno cualquiera de
ellos, se pierde la capacidad analgésica.
4.1.4. Endorfinas y dolor:
El primero que demostró la conexión entre
endorfinas y acupuntura fue David Meyer, en 1974.
Demostró que punzando el punto 4IG se inducía un
cierto grado de analgesia en los dientes (28%), efecto que es
completamente reversible por la naloxona.
En el transcurso de las investigaciones realizadas por
Bruce Pomeranz de la Univ. de Toronto, respecto a la
aplicación en ratas de estímulos acupunturales, se
descubrieron una serie de células específicas en el
cerebro, que responden a los estímulos normales del dolor.
La descarga de impulsos nerviosos de estas neuronas se vuelven
más lentas durante la sesión de acupuntura. De
estos estudios se desprende que la analgesia por acupuntura, AA,
depende, entre otros, de dos mecanismos bien diferenciados, uno
moderado por medio de las endorfinas y otro más
profundo que deriva de la serotonina.
Hosobuchi, de Japón,
antes de tratar a los pacientes por acupuntura, les inyecta una
forma procursora de serotonina, el aminoácido
l-triptofano. Estos pacientes desarrollan menos signos de
tolerancia.
En animales, la inducción a la anestesia por
inyección de morfina, aumenta por inyección de
serotonina.
Basados en estas investigaciones se puede llegar a la
conclusión que la serotonina comparte con las endorfinas
un papel importante en el control del dolor.
Gintzler, de la Univ. de Columbia,
descubrió que, en ratas, a partir del sexto día de
preñadas, la placenta contiene la molécula
precursora P. O. M. C. (preopio-melano-cortina), de la
cual derivan la b
endorfina, la met-encefalina y la
ACTH. Las ratas preñadas están en un alto
estado
analgésico. La b endorfina y la met-encefalina están
presentes en el tejido y sangre de la
placenta en niveles más altos de lo habitual durante el
embarazo y el
parto.
Akil y Watson, de Nueva Carolina, tomaron
diversas muestras de sangre a mujeres embarazadas y demostraron,
igualmente, que la concentración de endorfinas es superior
en ese estado que en las no gestantes.
MacLean, atribuye, como salto cualitativo
importante en la transición evolutiva de reptiles a
mamíferos, el desarrollo del aumento de la
relación íntima madre-hijo, que está
asociado al segundo avance de importancia en el desarrollo del
cerebro: la aparición del sistema límbico. A
partir de aquí, las endorfinas pasan a ocupar un nuevo
papel, que ya no es sólo el de la supervivencia, sino que
se centra en las conductas y relaciones sociales que conforman la
esencia de la vida de los mamíferos.
De la bioquímica
de la analgesia surge, a la vez, una bioquímica del
refuerzo de las relaciones sociales.
4.1.5. Endorfinas y analgesia por acupuntura,
aa
Desde 1975, en el Laboratorio de investigación de
Analgesia por Acupuntura de la Facultad de Ciencia
Médica Básica de Shanhai, China, y bajo
la dirección del Prof. Zhang Anzhong,
se estudian las «interrelaciones» entre las distintas
endorfinas, (incluyendo partes de las estructuras de las mismas,
conocidas como fracción «13» y fracción
«29», en el estudio de estas sustancias por cromatografía), y la analgesia por
acupuntura.
La fracción «13» incluida en una
columna sephadex en el vacío de 0. 8. 1. 2 no se inactiva
mediante la quimotripsina. Los valores de
referencia de esta fracción en cromatografía de
placa fina, coincide con la
leucina-encefálina.
Basados en éstos resultados la
«fracción 13» puede ser una encefalina o un
compuesto relacionado.
La «fraccion 29» fue separada de la columna
sephadex G-10 en el volúmen evacuado de micción de
1. 8-2. 4.
Es fácilmente inactivada mediante la
quimotripsina, y sus valores de
referencia en cromatografía de la placa fina, son
diferentes a las de la leucina-encefalina.
Cuando fue procesado con el «dancy-Cl» y
cromatografiado en la hoja de capa de poligamide, el cromatograma
de las manchas fluorescentes, fueron distintas de las procesadas
por los métodos de
«dancyl leucinaencefalina» y «dancyl
metionina-encefalina». En conejos, después de la
inyección intraventriculolateral, se mostró un
efecto analgésico reversible a la
naloxona.
Se están llevando a cabo, aún, estudios
analíticos estructurales y purificantes de esta
«fracción 29» de endorfina.
En conejos conscientes, empleando la técnica de
perfusión meter/sacar y el ensayo de
aglutinación del receptor opiáceo, se observa la
continua liberación de endorfina en algunos núcleos
cerebrales.
Se descubre, que el nivel de endorfina, en el centro
gris perfundido, aumenta considerablemente durante la AA, y el
aumento de endorfina está bien correlacionado con el
efecto analgésico de la acupuntura, (r= 0.706, p<0.
05).
La liberación de endorfina también aumenta
en el núcleo accumbens del área septal
después de la AA. Este aumento no estuvo en
correlación con el umbral de dolor.
Durante la AA, las endorfinas en el núcleo
caudado perfundido, también tienden a incrementarse,
siendo la variación de este grupo relativamente
amplia.
No obstante, no es estadísticamente
significativo.
Durante la AA, tampoco se observan cambios
sobresalientes de la liberación de endorfina en la
amigdala.
Las fracciones de endorfina que muestran cambios
importantes durante la AA, son separadas por lavado, con
prioridad a la cúspide de Na (0. 6 V+) cuando las
perfusiones son cromatografiadas en la columna sephadex G-10, y
al mismo tiempo, la leucina-encefalina es separada tras la
cúspide de sol. (l. 3 V+), lo que determina que la
fracción de endorfinas no es similar a la
encefalina.
Se siguen investigando las propiedades químicas
de este fracción.
La superficie media de la piel de una persona adulta es
de unos dos metros cuadrados. Rattenmeyer evaluó el
número de sistemas resonadores o puntos de acupuntura
distribuidos en la superficie corporal en la sorprendente cifra
de 1013. Esta enorme cantidad hace posible que
el cuerpo humano (en general, cualquier tejido vivo), posea una
extraordinaria sensibilidad a las ondas electromagnéticas,
por lo que deben investigarse como factores de riesgo las
importantes emisiones externas de radiación
de todo tipo, en general, extremadamente potentes, a que se
someten los delicados equilibrios celulares.
MECANISMOS DE ACCIÓN DE LA
ANALGESIA
ACUPUNTURAL.-
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Autor: Ph.D. Sergio
A. R. Gutiérrez Morales - 1995
Con esta investigación, queda expedito el camino,
tal como dijimos al principio, de la justificación
científica y mecanismos de acción individuales de
la técnica acupuntural, desde el punto de vista del
método
científico. Ya no se pueden poner en duda los
indudables efectos que los estímulos que genera la
implantación de una aguja de acupuntura ejerce en el
organismo humano.
Ph. D. Sergio A. R. Gutiérrez
Morales
Para saber más: Trabajos
relacionados del mismo autor:
1) monografías.com/trabajos14/anest-acupuntura/anest-acupuntura.shtml
2) monografías.com/trabajos14/anest-acupuntura/anest-acupuntura2.shtml
3) monografías.com/trabajos14/efec-placebo/efec-placebo.shtml
Autor:
Ph.D. Sergio A. R. Gutiérrez
Morales*
Dr. Victor Smith-Ágreda**
* Epidemiólogo, Medicina
Bioenergética, Instituto de Investigación y
Tecnologías Biomédicas de Canarias (en constitución), España.
** Catedrático de Anatomía de la
Facultad de Medicina de la Universidad de
Valencia, España
(Este texto ha sido extractado de un capítulo
del Tomo I, titulado: "Biomedicina: Fundamentos,
Práctica Clínica e Investigación", de
los mismos autores. Edit. Mandala, Madrid,
2001).
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